Tener una gran devoción hacia Dios es tu punto de partida, porque él es tu creador, principio y fin. Existes tan solo porque él desea que existas. Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido. Dios es amor, es vida, es nuestro punto final, a él le debemos todo, por lo tanto debemos esperar mucho de él con paciencia y fe.